“Algo tendrá la albahaca cuando la bendicen”

A pesar de que muchos la conocen como un ingrediente culinario, la albahaca se utiliza mucho en perfumería y posee un aroma herbal que aporta una frescura elegante y sofisticada.

El nombre técnico de la albahaca es ocimum basilicom y es una hierba aromática de la familia de las lamiáceas; nativa de Irán, India, Pakistán y otras regiones de Asia que ha sido cultivada allí durante milenios.

Es una planta denostada y reverenciada, a partes iguales, por distintas culturas. Algunas leyendas africanas afirman que protege de la picadura de los escorpiones, hay tradiciones europeas que la asimilaban con el culto a Satanás y en la India se la considera una planta sagrada. En la antigua Grecia representaba el odio, la desgracia y la pobreza y, sin embargo, en Italia es símbolo del amor. En el pasado, las doncellas colocaban esta planta en la ventana para atraer el amor de los jóvenes. Difícil de creer que una misma planta reúna tantos amores y odios.

La albahaca florece de mayo a septiembre y da unas espigas con flores tubulares de color blanco o violáceo con cuatro estambres y pistilo apoyados sobre una corola. Su aceite esencial se obtiene mediante la destilación al vapor de agua de las hojas y de las extremidades en flor.

¿Sabías que la albahaca además de utilizarse para la gastronomía también es un ingrediente icónico en perfumería?

La albahaca tiene muchos usos medicinales: evita los dolores de cabeza, facilita la digestión, alivia los resfriados… Es muy apreciada también en gastronomía: sus hojas se utilizan para aromatizar ensaladas y es muy apreciada en Italia: ¿Quién no conoce la famosa salsa pesto? Toda la cultura gastronómica mediterránea adereza sus platos con las hojas de albahaca, proporcionando frescor y fragante aroma a sus recetas más típicas.

En perfumería supuso una revolución total, en principio, para los aromas masculinos; aporta el toque de frescor y la esencia herbal –supuso una alternativa a la lavanda-. Pero, desde hace décadas, también se utiliza para las esencias femeninas, sobre todo, para las fragancias herbales y afrutadas.

Parafraseando el refrán: “algo tendrá la albahaca cuando la bendicen”.