CLIVE CHRISTIAN basa sus fragancias en dos pilares fundamentales: creatividad y artesanía. 

CLIVE CHRISTIAN es una de las casas de perfumería más antiguas. Fundada en 1872, sus perfumes son altamente expresivos y personales.

Fundada hace más de 150 años por William Sparks Thomson, uno de los corseteros londinenses más importantes de entonces. 

Thomson descubrió que debido a lo ajustado de sus prendas, las damas solían desmayarse, lo que le llevó a crear sales aromáticas a base de lavanda para ayudar a reanimar a sus clientas. 

En 1872 fundó la Crown Perfumery, año en el cual, la reina Victoria, su mecenas más famosa, concedió el uso de la imagen de su corona en sus frascos de perfume.

Una imagen que sigue definiendo cada frasco de perfume hasta el día de hoy. La corona de la Reina Victoria se alza orgullosa como tapón de cada perfume. Se trata de un recuerdo duradero de una muestra de gratitud, que celebra una relación personal muy especial con una de las más grandes monarcas británicas.

En 1999 The Crown Perfumery resucitó como CLIVE CHRISTIAN.

Utilizando los ingredientes más exquisitos, con fórmulas complejas y la mejor artesanía, esta marca de perfumería británica elabora sus fragancias para que resistan el paso del tiempo.

¿Sabías qué? Grandes personajes históricos como Ava Gardner, Grata Garbo, Charlie Chaplin, Oscar Wilde o Winston Churchill eligieron CLIVE CHRISTIAN para perfumarse.

Sus aromas no solo tienen gran persistencia gracias a sus complejas composiciones y sus altas concentraciones de esencias (entre el 20 y el 25%, que se traducen en más de 8 horas de fijación), sino que, además, son totalmente atemporales.