Todo el mundo sabe que, a la mayoría de las mujeres, no nos gusta desmaquillarnos. Es algo que siempre dejamos para la última hora del día y que, con el tiempo, se ha convertido en una rutina aburrida. ¿Rutina aburrida?
Agua, jabón, tónico, algodón, toallitas… En fin, innumerables posibilidades para limpiar, exfoliar e hidratar la piel. Cada paso con un producto diferente por lo que, sin darnos cuenta, convertimos nuestro baño en un desfile de envases.
En mi caso, no había encontrado cuál es la mejor forma de desmaquillarme hasta que descubrí la limpiadora facial de EVE LOM (Cleanser). Una amiga me recomendó probarla y ¡menos mal que lo hizo! Porque, desde entonces, desmaquillarme ha dejado de ser aburrido y, sin exagerar, puedo decir que se ha convertido en uno de mis rituales favoritos.
Abrí su caja por primera vez y ya supe que tenía un pequeño tesoro entre mis manos. Y es que, ya en 1986, VOGUE dijo que era “probablemente la mejor limpiadora del mundo”. Y, para mí, lo sigue siendo. Desde entonces, ha ganado numerosos premios y ha sido reconocida por muchas celebrities y amantes de la cosmética.
Un solo producto que, diseñado a base de aceites aromáticos, desmaquilla, tonifica, descongestiona, exfolia e hidrata. ¡Todo incluido! Y esto es gracias a sus ingredientes especiales, como el aceite de manzanilla egipcia, que suaviza y alisa la piel, o la hidratante manteca de cacao.
Además, este cleanser viene con un paño de muselina, un accesorio elaborado al 100 % con algodón y tejido a mano que ayuda a exfoliar la cara.
En ABANUC Salesas (Madrid) me explicaron cómo debía utilizarlo para aprovechar bien todas sus propiedades, y se puede resumir en estos tips:
Se puede utilizar por la mañana y por la noche, aunque, en mi caso, solo la utilizo antes de irme a dormir. Te hace terminar el día con una sonrisa y, por eso, para mí, se ha convertido en un indispensable y en un must en la maleta cuando me voy de viaje. ¡Os animo a probarla porque estoy segura de que os encantará!
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